Esta novedosa técnica consiste en la obtención de factores de crecimiento del propio paciente para aplicarlos en distintos tratamientos dentales, mejorando el pronóstico y resultados de dichos tratamientos.
En situaciones en que es necesario la regeneración de hueso las células circundantes e indiferenciadas han de duplicarse y diferenciarse hacia células productoras de hueso para restituirlo. Pero este proceso conlleva una pérdida de tejido en relación con la situación inicial.
Recientes estudios han demostrado que en las plaquetas se encuentra unas proteinas (factores de crecimiento) que estimulan el proceso de regeneración y cicatrización.
Sistéticamente el protocolo que seguimos es:
La situación más típica de aplicación es la de tratamientos de lechos óseos postextracción. Hasta ahora, después de una extracción dentaria se producía inexorablemente una pérdida importante del hueso que rodeaba al diente. El espacio que ocupaba el diente no era sustituido y el «hueco» se hacía más grande. Este fenómeno suponía una dificultad estética posterior considerable.
Con la aplicación de estos factores de crecimiento justo después de la extracción dentaria, el hueso crece más y en menos tiempo. El «volumen óseo» final se mantiene y conseguimos que la colocación del diente (implante o puente) sea mucho más natural y estético.
Una ventaja añadida de esta técnica es que no hay ningún efecto colateral antigénico ni rechazo. Los factores de crecimiento son los propios del paciente (sólo que concentrados).