Hay casos en los que nos encontramos un hueso demasiado fino como para poder albergar un implante habitual. En la revisión visual como podemos apreciar esa falta de grosor en el hueso por falta de grosor en la encía.
Al realizar al paciente la radiografía tridimensional, podemos constatar la escasez de hueso en la pared vestibular, con lo que debemos colocar un implante de grosor especial.
Ya en la cirugía, al abrir la encía, observamos una cresta demasiado fina para la colocación de un implante de grosor habitual.
Para que la colocación de un implante especial sea óptima, procedemos a expandir un poco el hueso gracias a los expansores óseos, y así obtener mayor grosor para el lecho del implante.
Tras la expansión, ya tenemos el hueso preparado para colocar un implante especial, como vemos en la imagen, de grosor fino, diseñado específicamente para éstos casos, denominado Tiny, cuyo grosor no supera los 3mm, siendo así en su parte más ancha, y de 2mm en su parte más estrecha.
Imágen del implante especial colocado.
Para éstos casos, donde hemos tocado mucho el hueso, ayudamos a su regenarición con los «factores de crecimiento».
En éstas imágenes observamos como queda la encía bien suturada para ayudar a su posterior remodelación.