Afortunadamente la tecnología ha mejorado y los analgésicos y anestesias actuales hacen que el dolor no exista.
Pero el arte sigue siendo arte y se puede contemplar siempre, y con gran satisfacción. Este es el caso del cuadro que el museo Unterlinden en Colmar, un pueblecito en la Alsacia encantador, en la famosa ruta del vino (no deje de probar los vinos blancos Pinot Gris, exquisitos) que dibuja los “brebajes” que daban como analgésicos de la época.
Ojala pueda disfrutar del arte, la cultura, el vino y el buen tiempo.