De todas las complicaciones por la técnica de colocación de implantes, la única que realmente puede ocurrir es que en el fresado para hacer el espacio al implante dental en la mandíbula posterior se lesione-corte el nervio dentario inferior.
El nervio dentario es un nervio que va en el interior de la mandíbula posterior y sale a la superficie de la encía a la altura del primer o segundo premolar. Es el nervio que recoge la sensibilidad de la zona del labio inferior correspondiente (derecho o izquierdo). Es el que hace posible que sepamos que tenemos un vaso apoyado en el labio cuando vamos a beber. No es un nervio motor, así que no afecta a la motilidad del labio, sólo recoge la sensibilidad de esa zona.
En casos en que haya habido mucha reabsorción de hueso (habitualmente por pérdida de las muelas hace mucho tiempo) o por idiosincrasia personal que hace que el trayecto sea muy superficial, hace que la altura para colocar el implante dental sea escasa y al ajustar el fresado se roce el nervio.
La lesión que se produzca como complicación de ese implante dental variará dependiendo del grado de lesión que se haya producido. Si la lesión es pequeña, la sensibilidad se recuperará con el tiempo, en casos de lesión total del nervio, la sensibilidad sólo ser recuperará parcialmente con el tiempo.
Insistimos que esta complicación produce disminución de la sensibilidad no de la motilidad.
Para prevenir la complicación de la lesión del nervio dentario disponemos de dos herramientas fundamentales: la experiencia de nuestros especialistas en implantes dentales y un escáner tridimensional que nos da una idea absolutamente exacta y tridimensional de las longitudes de hueso y las distancias al nervio dentario.