Una situación relativamente frecuente ocurre cuando se quiere substituir un molar que es muy grande. Un molar inferior tiene dos raíces, podríamos considerar que para reponerla serían equivalentes a un implante y medio, evidentemente no se puede colocar un implante y medio. En estos casos, si se coloca un implante quedarán espacios “sin raíz” y si intentamos colocar dos implantes dentales corremos el riesgo de que se toquen entre sí, o peor aún, que lesionemos una de las raíces de los dientes adyacentes.
En estos casos como se coloca un solo implante, por “delante” y “detrás” del implante queda un espacio libre sobre el que se apoya la muela. En ese espacio es más fácil que se meta comida, porque el diente se apoya sobre la encía y queda un espacio virtual.
Esta complicación puede disminuirse haciendo diseños especiales en la forma de la corona, pero ese espacio virtual es insalvable.
